La experiencia adquirida y el estudio de nuevas soluciones enriquecen el interés por perfeccionarse en la metalurgia: latón y cobre, estos metales son dúctiles, maleables, fácilmente doblables, con buena resistencia a la corrosión, a los ácidos y al agua, presentando también valores de duración más elevados. La creatividad artesanal también requiere definición de diferentes colores, por lo que además del latón pintado, se estudia un sistema de coloración por oxidación natural, que no presenta problemas especialmente con la exposición a los agentes atmosféricos y combina bien con el arte antiguo. Por tanto se define que a partir de una reacción química entre componentes, al permanecer el producto expuesto al aire durante unas 48 horas, se obtiene un color envejecido completamente natural y que aún con el tiempo no requiere ningún tratamiento ni mantenimiento.
Combinando ahora la pasión por la creación artesanal y la conquista de este nuevo sistema de envejecimiento, se cree que ha conquistado un amplio abanico de intereses por las lámparas rústicas; compitiendo así con algunas otras empresas en Italia. Lámparas de este tipo caracterizan la iluminación tradicional, clásica y contemporánea, adaptándose bien no solo a las casas de campo, sino también a las de ciudad y en perfecta armonía con el exterior y el interior. La alta especialización alcanzada, la calidad de los materiales utilizados, constituyen un gran activo para la empresa, haciéndola conocida en el mercado por la calidad de sus productos. Refinamiento, gusto y sabores de un arte antiguo son los factores que distinguen a las lámparas " Bartalini ".